domingo, mayo 06, 2007

Punto y coma

Solo mangas punteadas podían verse mientras cada uno de sus pies livianos se alternaban, deslizándose al compás de una polonesa de Chopin.

Silencio, un pajarito canta en su nido de Santo Domingo sin número. Silencio, el pajarito colorea silencios bailantes. Silencio, éste siempre es interrumpido. Silencio, las mangas punteadas se detienen.

El tiempo corre al son de mi juego con el reloj de la abuelita Adriana; de un lado a otro las manecillas giratorias se burlan de la inmovilidad de aquellas mangas que antes veían pasar a la ciudad nublada con musical respingo. Y ahora la ciudad presencia la caída. Luego, despojos.

3 comentarios:

Armando Caroca Fernández dijo...

hola.
hola, no se que decir realmente....
espero la situacion sea comprendida, es dificil, es la hora de la lentitud (22:07)
es dificil, vaya, mas de lo esperado. tonto sería intentar comentar el escrito...si esta bonito y es decidor, que mas se va a decir.
bueno, eso, no quisiera seguir aburriendo con nada (mejor aburrir con algo?eso si es triste)
muchos saludos!
adios..........

Armando Caroca Fernández dijo...

ehem, me han dicho que en este blog es posible confesar cosas personales, asi que aprovecharé para declarar mi amor a la Srta. que hace este blog, más aun considerando lo mucho que me gustan sus escrituras...
TE AMO!


(me he puesto algo colorado)

anilina dijo...

Usted, gentil caballero armando, sea declarado primer damo de las siete plagas!!