jueves, diciembre 08, 2005

espera...

Sigo esperando, mis ojos entreabiertos y cansados de esperar se están aburriendo.
Delgados, finos y delicados conocen el ritmo del tiempo etéreo y nauseabundo que nos acoje, ese es su juego. Corren unos y otros los siguen en una vuelta y en otra, el paso por la delgadez del avismo resulta ser el paso a la victoria de la cocción necesaria para un aletargamiento ingenuo, promesa de estupideces mías.
Mis ojos entreabiertos miran este tirano juego que suaviza mi espera errante, mientras el impulso de nervios no es suficiente para terminar con el estacionamiento de las almas.